lunes, 25 de julio de 2016

El mapa del tesoro



Estamos rodeados de información. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos recibimos miles de mensajes  cargados de nuevos contenidos. Abrimos el e-mail y allí nos esperan decenas de correos. El móvil nos avisa de que están llegando Whatsapp y que los miembros de los chats a los que pertenecemos no cesan de enviar informaciones. Es un bombardeo constante que Alfons Cornellá denominó a principios de este milenio como "infoxicación". El resultado es una sobreinformación que no ayuda a estar mejor informado y sí a vivir en una permanente sobrexposición que impide analizar, asimilar y entender aquello que estamos recibiendo desde diferentes canales.

Cuidado con las "avalanchas" de información.


Las consecuencias en las personas y en las organizaciones pueden ser devastadoras. Algunos estudios hablan de que el estrés en el trabajo está originado en un 80% por las mismas herramientas electrónicas que se suponen que deberían liberarnos y ayudarnos a ser más eficientes. Para evitar que la infoxicación se convierta en una fuente de angustia y ansiedad, debemos conocer cuál es nuestra información crítica, aquella que nos es imprescindible y que cumple con los requisitos esenciales de discernir, analizar y separar. 




Para ello, debemos aprender a preguntar. Es esencial saber qué necesitamos saber y dónde podemos encontrarlo. De esta forma evitaremos la llamada información fatal, aquella que no tiene nada que ver con nuestros intereses y que sólo es una pérdida de tiempo. El objetivo es saber buscar, utilizar las herramientas adecuadas y encontrar la información realmente útil, aquella que nos servirá para lograr nuestros objetivos y encontrar los tesoros en la red. 

 







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